Título original: Stranger Things. Año: 2016. País: Estados Unidos. Género: Intriga, Drama, Terror, Ciencia-Ficción. Directores: Matt y Ross Duffer. Guionistas: Matt y Ross Duffer. Intérpretes: Winona Ryder, David
Harbour, Finn Wolfhard, Caleb McLaughlin, Millie Bobby Brown, Gaten Matarazzo, Matthew
Modine, Cara Buono, Charlie Heaton, Noah Schnapp, Natalia Dyer.
El factor nostalgia nos ha
devuelto (o nos devolverá) a la pequeña pantalla obras tan reverenciadas como Twin Peaks o Expediente X (The X-Files). Un retorno nostálgico a aquellas
películas de aventuras juveniles de los ochenta, a la cabeza me vienen títulos
como Los Goonies (The Goonies) o E.T., es lo que nos propones esta nueva
serie de Netflix (Daredevil, Orange is the New Black, Jessica
Jones). Además de reunirnos con dos estrellas de Hollywood que brillaron
con intensidad hace ya algunas décadas: Matthew Modine y la que fuera musa de
la Generación X, Winona Ryder.
La acción se desarrolla en un
pequeño pueblo y la historia comienza con la extraña desaparición de Will (Noah
Schnapp), el hijo pequeño de Joyce (Winona Ryder). Lo curioso es que esa misma
noche “algo” desaparece de un laboratorio cercano a dicho pueblo. La primera
temporada de esta nueva serie se compone de ocho capítulos que, como es
habitual en Netflix, pueden ser
vistos de tirón (algo que agradecemos enormemente los que somos incapaces de
esperar entre episodio y episodio).
Algunos críticos ya se han
apresurado a indicar que Stranger Things
es como si E.T. hubiese sido escrita
por Stephen King. Razón nos les falta (y los guiños a la famosa película de
Spielberg son más que obvios, aunque a servidor le recordó más a aquella
entrañable cinta de J.J. Abrams titulada Super
8), pero los hermanos Duffer (guionistas de otra serie con pueblo
misterioso: Wayward Pines) van más
allá y nos ofrecen un trabajo a la altura del canal que la emite (y eso es
mucho decir). Una serie que, además de engancharnos con sus intrigas, logra
recuperar a Ryder y la rodea de un elenco infantil/juvenil (frikis con encanto)
de lo más acertado. Atención a la ambientación y a su banda sonora. La cosa
promete.
Lo mejor: Que Ryder haya encontrado (o le hayan ofrecido), por fin,
un trabajo a su altura (es un decir).
Lo peor: Que sus guiños y homenajes sean confundidos con falta de
ideas o plagios.
Puntuación: 8/10.
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