Título original: The Mortal Instruments: City of
Bones. Año: 2013. País: Estados Unidos. Género: Acción, Fantasía. Director: Harald Zwart. Guionista: Jessica Postigo (adaptando
un libro de Cassandra Clare). Intérpretes: Lilly Collins, Jamie Campbell
Bower, Robert Sheehan, Lena Headey, Jonathan Rhys Meyers, Kevin Zegers, Jemima
West, CCH Pounder.
El éxito de la saga Crepúsculo (Twilight), y también (aunque
a otro nivel) el de las aventuras de Harry Potter y compañía, propició que los
estudios comenzasen a producir (como churros) adaptaciones de otras populares novelas
juveniles. Así nos fueron llegando franquicias tan populares como las de Los juegos del hambre (The Hunger Games).
Pero también se estrenaron otras que fueron sonoros fracasos, como Hermosas criaturas (Beautiful Creatures),
Vampire Academy o la que nos ocupa.
Cazadores de sombras: Ciudad de hueso mezcla el romance
sobrenatural (a lo Crepúsculo; en
esta película hay, además de vampiros y hombres lobo, brujos; de hecho son los
grandes protagonistas) con la acción (más cercana a la fantasía que a la
ciencia-ficción) de las cintas protagonizadas por Jennifer Lawrence. Lilly Collins,
hija de Phil Collins, es la “heroína” de la función e interpreta a una joven que,
con la ayuda de un misterioso tipo (un hipertatuado Jamie Campbell Bower, con look gótico-esquelético) que dice ser un
“cazador de sombras”, tratará de descubrir quién ha secuestrado a su madre
(Lena Headey).
Sus múltiples incoherencias
(fruto de un guión con más agujeros que un colador y de una dirección
mediocre), una historia que parece un refrito de las peores sagas juveniles de
amor y fantasía y unos actores sin carisma son algunos de los muchos fallos que
le saco, así a bote pronto, a este despropósito. Eso sí, se salvan los efectos
especiales y alguna que otra secuencia (¡el de la pitonisa demoníaca!) inspirada.
Por desgracia lo que predomina en esta sosa producción es el hastío más
absoluto.
Lo mejor: El perro-demonio.
Lo peor: Su terrible narración.
Puntuación: 3/10.
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