viernes, 12 de agosto de 2016

Vidas cruzadas

Título original: Short Cuts. Año: 1993. País: Estados Unidos. Género: Drama, Comedia. Director: Robert Altman. Guionistas: Robert Altman y Frank Barhydt (adaptando varias historias de Raymond Carver). Intérpretes: Julianne Moore, Tim Robbins, Madeleine Stowe, Lily Tomlin, Robert Downey Jr., Andie MacDowell, Chris Penn, Jennifer Jason Leigh, Frances McDormand, Lori Singer, Matthew Modine, Bruce Davison, Anne Archer, Fred Ward, Tom Waits, Peter Gallagher, Jack Lemmon, Lyle Lovett.

Un presentador (Bruce Davison), su mujer (Andie MacDowell), una camarera (Lily Tomlin) que mantiene una complicada relación con un alcohólico (Tom Waits), una concertista (Lori Singer) o un policía infiel (Tim Robbins) son algunos de los protagonistas de este trabajo, a la postre uno de los mejores filmados por Robert Altman, quien de paso creó todo un subgénero, el de las películas corales en las que un heterogéneo (y muy numeroso) grupo de personajes interactúan entre sí con sorprendentes (mayoritariamente tristes, al menos en esta ocasión) consecuencias. 


Robert Altman se hizo con una nominación al Oscar por su labor como director, pero este drama con ribetes cómicos acumula premios y nominaciones: algunos de los más importantes otorgados por el Festival de Venecia, tres Independent Spirit Awards (mejor película, director y guión) e incluso un Globo de Oro especial para todo su (impresionante) reparto.


Las distintas historias, basadas en relatos cortos de Raymond Carver, capaz de convertir lo cotidiano (y supuestamente anodino) en tremendista, están hilvanadas a la perfección. Hay que agradecérselo tanto al talento de Altman (el director de Gosford Park nunca estuvo tan acertado) como a un montaje de lo más preciso (sus tres horas de duración no se hacen, sorprendentemente, nada pesadas). Vidas cruzadas es un notabilísimo largometraje que se beneficia de unos intérpretes de primer orden (todos ellos impecables), de una dirección magistral (es fácil perdonarle al realizador incluso alguna escena tan mal rematada como la del atropello, ya que la mayoría sólo pueden ser catalogadas de espléndidas) y, sobre todo, de un guión tan preciso y detallista que asusta. El resultado final es tan fascinante como perturbador; tan inquietante como interesante. ¿Qué más se puede pedir?

Lo mejor: El guión y los actores.

Lo peor: El desigual reparto de historias (algo lógico teniendo en cuenta el tipo de película coral que es).

Puntuación: 8/10.

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