Título original: The Informers. Año: 2008. País: Estados
Unidos. Género: Drama, Intriga. Director: Gregor Jordan. Guionista: Nicholas Jarecki (adaptando
una novela de Bret Easton Ellis). Intérpretes: Billy Bob Thornton, Kim Basinger,
Mickey Rourke, Winona Ryder, Chris Isaak, Amber Heard, Jon Foster, Rhys Ifans,
Brad Renfro, Mel Raido, Theo Rossi, Austin Nichols, Lou Taylor Pucci.
Adaptar a Bret Easton Ellis no
debe ser tarea fácil, por lo enrevesado (y oscuro) de sus historias, por sus
malintencionados personajes y porque sus novelas no gozan de finales
convencionales. Sin embargo, Mary Harron y Roger Avary, con American Psycho y Las reglas del juego (The Rules of Attraction) respectivamente,
realizaron dos curiosas y más que aceptables películas, sabiendo trasladar
convincentemente el ambiente malsano (y ochentero) del polémico escritor.
Aquí no sólo se han atrevido a adaptar a Ellis, sino que además han elegido una
novela que, en realidad, es una sucesión de relatos cortos, por lo que la
complicación es todavía mayor. Así, vemos deambular por la película a un
secuestrador (Mickey Rourke), un ejecutivo adúltero (Billy Bob Thornton), su
mujer (Kim Basinger), la amante de él (Winona Ryder) o un cantante de éxito
(Mel Raido) con una vida completamente disoluta. El reparto es llamativo, pero la
mayoría de los actores están desaprovechados. Un apocado Brad Renfro (en el que
fue su último trabajo) es quien nos acaba deleitando con la mejor interpretación.
Como curiosidad señalar que Ambert Heard se pasa desnuda casi la mitad del
tiempo (el 45%, según indican algunos con mucho tiempo libre) que aparece en
pantalla. Pero ni eso atrajo al público a las salas. Como tampoco lo hizo el
volver a reunir en una misma película a Rourke y Basinger, quienes fueran
protagonistas de una de las cintas eróticas más populares de la historia del
cine: Nueve semanas y media (Nine ½ Weeks).
Se podría decir que el material
es bueno (servidor es fan de la novela original), sin embargo algo falla. La
película (que, por cierto, fue destrozada por la crítica especializada) parece
una sucesión inconexa de escenas y los personajes desfilan por pantalla (casi)
como seres inanimados (bueno, en realidad la animosidad de los personajes sí
que casa bien con el trabajo del escritor; y no es una crítica, sino todo lo
contrario). Seguramente el problema proviene de su montaje, ya que prima la
sensación de que muchas escenas se quedaron por el camino (en la sala de
montaje, claro). Muchas escenas e incluso alguna historia (¿qué pasó con el
relato de los vampiros?, ¿por qué no aprovecharon el tirón comercial del que
gozaban?). Los confidentes entra de
lleno en la categoría de películas fallidas.
Lo mejor: El reparto, por muy desaprovechado que esté.
Lo peor: Pensar en lo que pudo haber sido.
Puntuación: 5/10.
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