Título original: The American. Año: 2010. País: Estados Unidos. Género: Intriga, Drama. Director: Anton Corbijn. Guionista:
Rowan Joffe (adaptando la novela de Martin Booth. Intérpretes: George Clooney, Violante Placido, Thekla Reuten, Paolo
Bonacelli, Johan Leysen, Bruce Altman, Filippo Timi.
Un asesino a sueldo
(George Clooney), un cura (Paolo Bonacelli) o una prostituta (Violante Placido)
son algunos de los (pocos) personajes que pueblan esta cinta. Si bien, el
protagonista absoluto es Clooney, quien interpreta, con necesaria contención, a
un mercenario que se refugia en un pueblecito de Italia huyendo de una muerte
segura.
A Clooney habría que agradecerle que prefiera decantarse por productos arriesgados como el que nos ocupa en lugar de malgastar su talento tratando de convertirse en otra de tantas estrellas de anodina trayectoria. De este modo es mucho más fácil perdonarle que no siempre acierte (faltaría más) o que, tal y como aquí sucede, los trabajos que elija no sean del todo redondos.
A Clooney habría que agradecerle que prefiera decantarse por productos arriesgados como el que nos ocupa en lugar de malgastar su talento tratando de convertirse en otra de tantas estrellas de anodina trayectoria. De este modo es mucho más fácil perdonarle que no siempre acierte (faltaría más) o que, tal y como aquí sucede, los trabajos que elija no sean del todo redondos.
El americano es una película que difícilmente contentará a quienes esperen encontrarse un drama romántico o una intriga con toques de acción. No es ni lo uno ni lo otro. A los primeros los decepcionará porque, aunque el romance está presente, no es precisamente un tema destacado dentro de la trama, mientras que los segundos acabarán hastiados del tono pausado que Anton Corbijn imprime a cada secuencia. Eso sí, su labor sólo puede ser catalogada de exquisita gracias a su sabia composición de planos, tan milimétrica y detallista como acertada. Como igualmente acertado resulta el trabajo llevado a cabo por Martin Ruhe, director de fotografía, quien satura la pantalla con una amplia gama de colores (del azul eléctrico al naranja más vibrante). Todo un gozo para la vista.
Lo mejor: Los maravillosos fotogramas que surgen de la unión Corbijn-Ruhe.
Lo peor: Su tempo pausado no es
apto para todos los públicos.
Puntuación: 6/10.
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