El próximo día 21
se estrena la tan esperada (mucho ha llovido desde que se anunciara el proyecto
allá por 2014; proyecto del que Lynch a
punto estuvo de apearse) como inesperada (es cierto que de un tiempo a esta
parte han proliferado las temporadas
tardías de series de éxito, recientemente se anunciaban un par más, las
correspondientes a las sitcoms Roseanne, una de mis favoritas de la
infancia, y Will & Grace, pero
nadie podía presagiar el retorno de Twin
Peaks 26 años después de su fulminante y abrupta cancelación) tercera
temporada de una de esas series que forman parte, por derecho propio, de la
historia de la televisión (y sí, sé que es una frase hecha que se usa demasiado
a la ligera). De momento sabemos que nos reencontraremos con viejos conocidos (incluidos
los creadores originales y el músico de cabecera del propio Lynch: Angelo
Badalamenti, compositor de la inolvidable banda sonora de la serie), como, por
ejemplo, Kyle MacLachlan, Sheryl Lee, Mädchen Amick (uno de los rostros
familiares de la reciente Riverdale)
o Sherilyn Fenn; también que a la fiesta se suman, aunque se desconoce qué
papel desempeñarán, un sinfín de nombres propios: Laura Dern (musa del director
de Inland
Empire), Naomi Watts (protagonista de la imperdible Mulholland
Drive), Amanda Seyfried, Robert Forster (a quien Lynch quería para el
papel de sheriff Truman que acabó interpretando Michael Ontkean, quien no
participa en la nueva tanda de capítulos porque está retirado del mundo de la
interpretación), Monica Bellucci, Jennifer Jason Leigh, Jim Belushi, Michael
Cera, Tom Sizemore, Ashley Judd, Balthazar Getty o la cantante, modelo y actriz
Sky Ferreira. Aquí dejo, sin más devaneos, mi pequeño homenaje, en forma de
mini-repaso, a la serie y a los talentos que la hicieron posible.
Es lo que todos nos
preguntábamos. Era el tema sobre el cual giraba la primera temporada (compuesta
por siete episodios; el piloto, doble, dirigido por Lynch); el que sustentaba
la narración. Durante estos primeros capítulos seguíamos las pesquisas del
agente Cooper (Kyle MacLachlan) en su afán por descubrir quién (o quiénes), de
entre los excéntricos habitantes del montañoso pueblo de Twin Peaks, había acabado
con la vida de la joven, bella y popular Laura Palmer (Sheryl Lee, quien
también interpreta a Maddy Ferguson, prima de Laura, con la que guarda un gran
parecido físico). De entre los lugareños destacaban los padres de la fallecida
(Ray Wise y Grace Zabriskie), su psiquiatra (Russ Tamblyn), su amante (James
Marshall), su mejor amiga (Lara Flynn Boyle), el ya mencionado sheriff Truman, una
joven lolita metomentodo (Sherilyn Fenn), Norma (Peggy Lipton) y Shelly
(Mädchen Amick), propietaria y camarera, respectivamente, del café más
concurrido del lugar (y con una vida sentimental de lo más revuelta; ambas dos)
o la dueña de la serrería del pueblo (Joan Chen, en un papel pensado
inicialmente para Isabella Rossellini), su manipuladora cuñada (Piper Laurie,
la inolvidable madre de Carrie en la película de mismo título) y el marido de
ésta (Jack Nance).
02. Segunda temporada: cancelación y consagración como
serie de culto
Compuesta por 22
capítulos; nos sorprendía al descubrir, prematuramente (el canal que la emitía presionó
para que el misterio fuese desvelado antes de tiempo), al asesino (o asesinos)
de Laura. Twin Peaks derivaba, con
el entuerto ya esclarecido, en una suerte (es un decir) de paranoia
psicotrópica/onírica (sí, aún más) en la que todo (lo bizarro y lo aún más
bizarro; su humor sardónico y hasta bufonesco alcanzaba cotas altísimas) tenía
cabida. No tardó en ser cancelada, dejándonos a los fans con un cliffhanger de tres pares de narices
incluso mayor que el presentado durante el “desenlace” de la temporada anterior
(¡casi nada!). Curiosidad: David Duchovny, antes de hacerse mundialmente
conocido gracias a Expediente X (The
X-Files), serie que también ha regresado tras años de ausencia, aparece (como
también lo hará a partir del día 21) interpretando a un agente con afición por
travestirse.
03. Los creadores
¿Quiénes eran las
mentes maestras que se hallaban tras un proyecto así? (David) Lynch y (Mark)
Frost. Lynch ya era un realizador con cierto renombre. Había pasado de dirigir
rarezas artísticas, como Cabeza
borradora (Eraserhead), a auparse como adalid de críticos y otros
gafapastas (entre los que me incluyo), con títulos como El hombre elefante (The Elephant Man) o Terciopelo azul (Blue Velvet). Y lo mejor, Carretera
perdida (Lost Highway) o la ya mencionada Mulholland Drive, todavía estaba por llegar. Frost había mostrado
un perfil algo más bajo; supervisando, por ejemplo, los guiones de la televisiva
Canción triste de Hill Street (Hill
Street Blues). Más recientemente, y también en su faceta de guionista, aparecía
acreditado en un par de superproducciones de discutible factura: Los
cuatro fantásticos (Fantastic Four) y su secuela, Los
cuatro fantásticos y Silver Surfer (Fantastic Four: Rise of the Silver
Surfer).
04. El reparto
Hubo tantos
intérpretes involucrados, y ya he hablado, un poco más arriba, de algunos de
ellos, que voy a intentar no extenderme demasiado. Comenzaré por Kyle
MacLachlan, quien ya había trabajado a las órdenes de Lynch, protagonizando Dune y Terciopelo azul, y cuya filmografía incluye las películas The Doors, Los Picapiedra (The Flitstones) o Showgirls y las series Sexo
en Nueva York (Sex and the City) y Mujeres
desesperadas (Desperate Housewives). Nuestra Laura Palmer no ha corrido
tanta suerte como él, pero ha tenido a bien ponerse a las órdenes (muchas veces
en papeles menores) de cineastas tan personales como John Carpenter, en Vampiros (Vampires), Gregg Araki, en Pájaro
blanco de la tormenta de nieve (White Bird in a Blizzard), o Woody
Allen, en Café Society. La hoy
irreconocible Lara Flynn Boyle puede presumir de haber recibido una nominación
al Emmy por otro de sus trabajos televisivos, el drama judicial El abogado (The Practice); también
encarnó a la mala de turno en la taquillera Los hombres de negro II (Men in Black II). Sherilyn Fenn, por su
parte, protagonizó una serie (también de culto) completamente distinta a la que
nos ocupa, la caustica Pasados de vuelta
(Rude Awakening), dio vida a la legendaria Elizabeth Taylor en un biopic para
televisión que, dicen las malas lenguas, enfureció a la Diva, apareció
(brevemente) en varias series de éxito, como Dawson
crece (Dawson’s Creek), Ray
Donovan, Las chicas Gilmore
(Gilmore Girls) o Shameless, y,
entre medias, participó en un sinfín de subproductos destinados a explorar su sex appeal: Encrucijada de pasiones (Two Moon Junction), Meridian. El beso de la bestia (Meridian), la incompresible Mi obsesión por Helena (Boxing Helena)…
Mención especial merecen el recientemente fallecido Michael Parks, actor
fetiche de Quentin Tarantino y Kevin Smith, y otros intérpretes secundarios
pero relevantes: Miguel Ferrer (RoboCop),
Billy Zane (el malo de Titanic) o
Heather Graham (Nowhere).
05. Fuego camina conmigo
Es el nombre que
recibía su precuela (dedicada a narrar los últimos días de vida de Laura) en
forma de película para la gran pantalla. Contó con un ajustado presupuesto (10
millones de dólares) y recibió un buen varapalo, tanto de la crítica (todavía
resuenan los abucheos recibidos en el Festival de Cannes durante su
presentación en sociedad), que la machacó sin piedad, como del público (en
Estados Unidos tan sólo recaudó unos paupérrimos 4 millones). Fuego camina conmigo contaba con varias
incorporaciones llamativas (Kiefer Sutherland, David Bowie, Chris Isaak), pero
también sufría un par de bajas importantes, las de Sherilyn Fenn, que se
encontraba rodando De ratones y hombres
(Of Mice and Men), y Lara Flynn Boyle (existen dos teorías: una afirma que la
actriz no aceptó participar en el proyecto, por lo que la sustituyó Moira Kelly;
la otra señala que no fue contratada debido a su molesta actitud durante el
rodaje de la serie, ya que se quejaba constantemente del errático devenir de su
personaje y de las escenas que compartían MacLachlan, su pareja por aquel
entonces, y Fenn).
Con el regusto
agridulce de la no tan desdeñable Fuego
camina conmigo nos despedíamos de Laura y compañía. Ahora sólo queda desear
que estos nuevos (18, para ser más exactos) capítulos que están por llegar
recuperen la esencia de la serie original (recordemos que la misma se hizo con
tres Globos de Oro: mejor serie dramática, mejor actor, para Kyle MacLachlan, y
mejor actriz de reparto, para Piper Laurie; y también con un par de Emmys:
diseño de vestuario y montaje). Yo espero lo mejor sin prepararme para lo peor.
Tengo fe en Lynch. Siempre la he tenido.
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