Título original: The Big Bang Theory. Años: 2017-2018 (Temporada 11 de Big Bang). País: Estados Unidos. Género: Comedia. Creadores: Chuck Lorre y Bill Prady. Intérpretes: Johnny Galecki, Jim Parsons, Kaley Cuoco, Simon
Helberg, Kunal Nayyar, Melissa Rauch, Mayim Bialik, Kevin Sussman.
Pasada la barrera psicológica de las 10 temporadas, y a punto de
alcanzar a Dos
hombres y medio (Two and a Half Men), otra de las populares producciones
de Chuck Lorre, serie que se mantuvo en antena durante 12 temporadas (¡hasta
logró sobrevivir a la salida de Charlie Sheen!), Big Bang retoma la historia allá donde lo dejó, con Amy (Mayim
Bialik) decidiendo si acepta la proposición matrimonial de Sheldon (Jim
Parsons), personaje que ahora también goza de su propia serie precuela, cuyo
título, El joven Sheldon (Young
Sheldon), no da lugar a confusión y
que ha logrado unas cifras de audiencia importantes (casi tanto como las obtenidas
por esta undécima temporada, cuya media ha rondado los 14 millones de
espectadores).
Y no, la respuesta de Amy no tarda en llegar (y sí, SPOILERS, es tan
positiva como cabría esperar); como tampoco lo hacen otros acontecimientos
relevantes: por ejemplo el nuevo embarazo de Bernadette (Melissa Rauch) y Howard
(Simon Helberg). Y me detengo en esto último para señalar, como uno de los
grandes defectos de esta temporada (y, en general, de la serie desde hace unos
años), que se dedique a repetir patrones. Me explico: todo lo que tiene que ver
con este segundo embarazo es casi un calco de lo visto durante el primero (con
una Bernadette descontrolada y un Howard más torpe y bufón que de costumbre).
También ha caído en la rutina el otro matrimonio de la serie, el formado por Leonard
(Johnny Galecki) y Penny (Kaley Cuoco), quienes apenas se dedican a dar la réplica
(con mayor o menor fortuna) al resto de personajes, llegando a coronarse (al
menos en buena parte de esta tanda de capítulos) como uno de los tándems más
sosainas de las sitcoms actuales.
Para colmo de males, a las nuevas situaciones, y que incumben sobre todo a los
dos personajes más peculiares (¡que ya es decir!; y sí, Sheldon ha acabado re-convertido
en una parodia de la parodia, por mucho que siga siendo el más divertido y también
el mejor interpretado) de la serie (todo lo que tiene que ver con los
preparativos de la boda, incluida la selección de padrinos, el horrendous vestido de novia de ella o
sus respectivas despedidas de soltero) no se les saca partido alguno. ¿Y qué
decir de su comicidad? Pues que, para nuestra desgracia, predomina el chiste
fácil (a lo caca, culo, pedo, pis), algo que ya llevamos sufriendo de un tiempo
a esta parte (sí, soy de los que opina que la serie comenzó a flojear tras la
incorporación, como personajes fijos, de Amy y Bernadette, por mucho que en un
principio la presencia de ambas supusiese un necesario, y hasta gratificante,
cambio de aires/rumbo; y no, no culpo, ni muchísimo menos, a las actrices
encargadas de los mismos, ambas dos correctísimas en su labor).
Sé que estoy siendo demasiado duro con una serie que, a pesar de todo,
me sigue divirtiendo (no tanto como antes, eso está claro), pero es que a estas
alturas todos los implicados (especialmente los guionistas) parecen realizar
sus tareas con el piloto automático puesto, y eso es algo que me molesta mucho.
Sigo fiel a mi cita con ella (me sigue proporcionando distendidos minutos de
evasión y hasta logra arrancarme, de vez en cuando, alguna que otra sonrisa,
pero ya no me resulta ni la mitad de hilarante) porque tampoco es que haya demasiadas
comedias que me entusiasmen en estos momentos (la mejor: la muy necesaria
vuelta de Roseanne, serie revival en la que también participa,
aunque de manera muy breve, Galecki, quien recupera su antiguo papel, el del siempre
apocado David Healy). Atención a la colección de actores/artistas/famosos
invitados que se han dejado ver a lo largo de la temporada: Beth Behrs (como
ligue ocasional de Raj, el único soltero de la pandilla principal y a quien da
vida Kunal Nayyar; capítulo 14); Bill Gates (interpretándose a sí mismo;
capítulo 18); Peter MacNicol, el inolvidable bizcochito de la serie Ally McBeal (como un matemático recluido
lejos de la civilización y al que Sheldon admira; capítulo 20); el escritor
(especialista en temas de fantasía), y guionista de cómics, Neil Gaiman,
(también interpretándose a sí mismo; capítulo 21); Jerry O’Connell (como
hermano de Sheldon; capítulos 23 y 24); Mark Hamill (como Mark Hamill, ¡faltaría
más!; capítulo 24); Kathy Bates (como la madre de Amy; capítulo 24); Wil
Wheaton (invitado especial desde la temporada 3); o las ya habituales Christine
Baranski y Laurie Metcalf (como las madres de Leonard y Sheldon,
respectivamente). Hace tiempo que Big
Bang dejó de ser esa refrescante serie repleta de chascarrillos frikis para
convertirse en un refrito de sí misma, lo que no impide que siga siendo una de
las opciones más decentes si lo tuyo son las sitcoms que se alejan del típico tono familiar, estilo The Middle o Los Goldberg (The Goldbergs).
Lo mejor: Sigue siendo una comedia
recomendable; una de las más entretenidas en antena (a pesar de todos los peros
que soy capaz de ponerle).
Lo peor: Ha caído en la más
anodina de las rutinas. Eso y un humor que a veces peca de zafio y tontorrón.
Puntuación: 5,5/10.
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