Título original: National Lampoon’s Dirty Movie. Año: 2011.
País: Estados Unidos. Género: Comedia. Directores: Jerry Daigle y Christopher Meloni. Guionistas: Alan Donnes y Tanner Colby. Intérpretes:
Christopher Meloni, Mario Cantoni, Robert Klein, Cyndi Lauper, Diane Neal,
Caitlin Fitzgerald, Adam Ferrara, Stephanie Gatschet.
¿Cómo una sucesión
de chistes malos, en forma de gags purulentos, puede dar lugar a una película?
La respuesta la encontramos en esta horrible comedia sin gracia ni sentido y
cuyo argumento, el cual versa acerca de un productor (no logro entender qué
hace Christopher Meloni, quien ejerce tanto de protagonista como de
co-director, malgastando su más que evidente talento en un subproducto de estas
características) dispuesto a crear un largometraje a base de chistes
políticamente incorrectos, es simplista y patético hasta decir basta (y no, no
me vale que haya quien le dé la vuelta señalando que estamos ante una película
que se burla de esas otras fabricadas a base de humor chabacano, exabruptos y/o
chistes ofensivos; ¡es una de ellas, por mucho que algunos la quieran vender
como todo lo contrario!).
Porque eso es lo peor: comprobar que los creadores de este desaguisado no se esforzaron
lo más mínimo a la hora de ofrecernos una historia con algo de sentido o
coherencia, ya que la misma carece de narración. Dirty Movie es una simple sucesión de chistes que provocan más
estupor y bochorno (es, directamente, una oda a la caspa) que otra cosa. La
película (por llamarla de alguna manera) de Jerry Daigle y Christopher Meloni (¿por
qué?) es una de las cintas menos divertidas que he tenido la desgracia de ver.
¡Y he visto muchas! Si lo que querían era rodar una de las peores comedias de
la historia (sí, me estoy viniendo muy arriba), lo único que me queda por hacer
es felicitar a los implicados (incluida la cantante, y actriz ocasional, Cyndi
Lauper, quien también tiene el “honor” de haber participado en este desastre en
forma de comedia paródica). ¡Enhorabuena, lo habéis logrado, Dirty Movie es un horror mayúsculo!
Lo mejor: Lo fácil que resulta olvidarse
de ella (ya casi no recuerdo ninguno de sus gags, ¡menos mal!).
Lo peor: Que, aunque busque
desesperadamente la carcajada (a través de chistes racistas, homófobos,
sexistas u otros igualmente irreverentes, como por ejemplo los referentes a
curas pederastas), sólo resulte tediosa.
Puntuación: 1/10.
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