Título original: The Fourth Kind. Año: 2009. País: Estados Unidos. Género: Ciencia-Ficción, Terror. Director: Olatunde Osunsanmi. Guionista: Olatunde Osunsanmi. Intérpretes:
Milla Jovovich, Elias Koteas, Wil Patton, Hakeem Kae-Kazim, Corey Johnson, Enzo
Cilenti, Daphne Alexander, Alisha Seaton, Eric Loren.
La cuarta fase es una ávida
farsa que juega a recrear un falso documental. Pero, a diferencia de lo
ofrecido por otras producciones, como El
proyecto de la bruja de Blair (The Blair Witch Project) o Paranormal Activity, aquí se nos dice
(al principio de la cinta y con Jovovich mirando impúdicamente a cámara) que se
recrea un hecho real y que, además, se incluyen vídeos y sonidos originales
pertenecientes a dicha historia. Vídeos y sonidos que son tan falsos (de ahí la
comparación con las películas antes mencionadas) como las recreaciones que
interpretan Milla y compañía.
La trama se desarrolla en una pequeña localidad de Alaska en la que Abigail
Emily Tyler (Milla Jovovich) ejerce de psicóloga. Tyler trata de recomponer su
vida tras el trágico asesinato de su marido. Algo complicado, más todavía
cuando un grupo de pacientes le comentan una pesadilla recurrente que les
atormenta y que tienen en común. La doctora tratará de buscar la respuesta a
dichas pesadillas a través de la hipnosis, lo que les conducirá a descubrir
terribles secretos…
La película cuenta con ciertos recursos interesantes, como por ejemplo el uso de la división de pantalla para que veamos tanto la recreación de los sucesos como las supuestas (y, repito, falsas) grabaciones originales, las cuales acaban resultando lo mejor de la película y las únicas capaces de lograr algún tipo de impacto. Por contra, las actuaciones son mediocres, sobre todo la de Jovovich, quien sorprendentemente se ha labrado una amplia carrera cinematográfica, aunque sea a base de subproductos de acción y terror cercanos a la Serie B. Como cercana a la Serie B es esta película; película a la que ni su colección de sustos, ni sus múltiples trucajes, logran salvar de la quema.
Lo mejor: El punto álgido de la
película lo encontramos en algunos de los vídeos amateurs, por ejemplo cuando
vemos (a pesar de las muchas interferencias que pueblan la grabación) cómo un
tipo se eleva (el gran “susto” de la cinta).
Lo peor: Todos los “talentos”
implicados parecen trabajar con el piloto automático.
Puntuación: 4/10.
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