lunes, 14 de enero de 2019

Titanes (Episodio Piloto)

Título original: Titans. Año: 2018. País: Estados Unidos. Género: Acción, Ciencia-Ficción. Director: Brad Anderson. Guionistas: Greg Berlanti, Geoff Johns y Akiva Goldsman (adaptando las historias y personajes de DC cómics). Intérpretes: Brenton Thwaites, Anna Diop, Teagan Croft, Ryan Potter, Lindsey Gort, Jarreth J. Merz, Liza Colón-Zayas, Martin Roach, Sherilyn Fenn.

Greg Berlanti, director de la encantadora Con amor, Simon (Love, Simon), se ha convertido, de un tiempo a esta parte, en uno de los productores/showrunners televisivos más prolíficos y exitosos. Su especialidad, la adaptación, en formato teleserie, de historias protagonizadas por distintos personajes procedentes de los cómics de la factoría DC. Suyas son series como The Flash, Arrow o Supergirl (entre muchas otras). Suya es también esta Titanes, serie encabezada por distintos jóvenes héroes y con Robin (interpretado aquí por Brenton Thwaites), sempiterno discípulo de Batman, uno de los personajes más populares de la compañía comiquera (sí, sé que era innecesario remarcarlo), como obvio líder.

 
De la formación original, nacida como una especie de versión juvenil de la archifamosa Liga de la Justicia, tan sólo mantienen a su líder (y fundador); es decir, a Robin. Sin embargo, huelga señalar que el resto de los (futuros; estamos ante un primer capítulo que sirve de presentación) integrantes de la formación seleccionados para la ocasión son algunos de los más populares que hayan pasado por la misma. Así, además de a un Dick Grayson, aka Robin, que se ha trasladado a Detroit, y que parece arrastrar varias cuentas pendientes con su mentor (Batman, claro), se nos presenta a una joven, Rachel Roth (Teagan Croft), aka Raven, incapaz de controlar unas habilidades capaces de dañar incluso a sus seres más queridos, a otra, Koriand’r (Anna Diop) aka Starfire, que despierta con amnesia y, de manera brevísima, casi anecdótica, a un cuarto, Carl Logan (Ryan Potter), aka Beast Boy (Chico Bestia), cuya “transformación”, al final de este primer capítulo, me hizo fruncir el ceño (al igual que lo fruncí con muchos de los efectos desplegados a lo largo del mismo; a destacar, esta vez para bien, cierta escena en la que Starfire desvela sus poderes). Atención a la participación de una siempre maravillosa Sherilyn Fenn, la inolvidable, e icónica, Audrey Horne de la serie Twin Peaks. También a la presencia, en labores de producción y guión, de Akiva Goldsman, Oscar, en la categoría de mejor guión adaptado, por Una mente maravillosa (A Beautiful Mind), largometraje a mayor gloria de su pareja protagonista: Russell Crowe y Jennifer Connelly.

 
Su tono, un tanto más oscuro (y hasta sangriento), es lo que hace que Titanes destaque por encima del resto de adaptaciones televisivas del macro-universo DC. Yo lo agradezco. No así el escaso carisma desplegado por los intérpretes principales (lo siento, la apariencia que le han dado a Starfire sigue sin convencerme) o una narración que hace más hincapié en la trama (la cual avanza a demasiada velocidad) y menos, al menos de momento (siendo justo hay que señalar que estoy hablando del primer episodio (de un total de 11, que son los que componen esta primera temporada; una segunda está más que confirmada), en los personajes. Estrenada en Estados Unidos a finales del año pasado, y a través de la flamante plataforma, de recientísima creación, de DC (ahora, y gracias a Netflix, llega a muchos otros países, incluido el nuestro), Titanes se distancia ligeramente, en tono e intenciones, de sus hermanas mayores (es decir, de las series ya mencionadas que emite el canal juvenil The CW). Eso sí, el resultado final me sigue recordando más al de dichas series que al ofrecido por otras pertenecientes a la competencia (Daredevil y compañía). A pesar de ello, esta primerísima toma de contacto me deja con ganas de más, cosa que ni Supergirl ni sus sosías masculinos lograron.

Lo mejor: Que se aleje, aunque sea levemente, del tono juvenil de trabajos como los ya nombrados The Flash, Arrow o Supergirl.

Lo peor: Lo precipitado que se presenta todo (tampoco es necesario que se tomen tanto tiempo como las series del tándem Marvel/Netflix) y unos efectos especiales ambiciosos pero un tanto irregulares.

Puntuación: 6/10.

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