Título original: Dying Young. Año: 1991. País: Estados Unidos. Género:
Drama, Romance. Director: Joel
Schumacher. Guionista: Richard
Freidenberg (adaptando la novela de Marti Leimbach). Intérpretes:
Julia Roberts, Campbell Scott, Ellen Burstyn, Vincent D’Onofrio, George Martin,
Dion Anderson, David Selby.
Puede que Elegir un amor (por estos lares se
eligió un título decididamente opuesto al trágico original) sea otra de esas
historias de chico encuentra chica, chica y chico se enamoran pero (¡oh sorpresa!)
la enfermedad que padece uno de ellos (concretamente él) acecha decidida a
separarlos definitivamente. Lo que ocurre es que cierto encanto (¡atención a su
pareja protagonista!) la redime de ello. Julia Roberts interpreta a Hilary, una
joven de clase media-baja que se presenta para un puesto de trabajo que
consiste en cuidar de Victor (Campbell Scott, visto más recientemente en la
serie House of Cards), un joven
intelectual de clase alta que padece leucemia. Lo que comienza como una
relación laboral desemboca (¡oh sorpresa, parte 2!) en algo más, cosa que
parece molestar al entorno de ambos (más al de él, las cosas como son).
Sí, es verdad, Elegir un amor se
inicia como otro melodrama al uso. Y sí, es igualmente cierto que la dirección
de Schumacher peca de simple (excepto en escenas como aquella que tiene que ver
con el primer retorno de los protagonistas de la clínica en la que es tratado
Victor) o, mejor dicho, de correcta. El resto de recursos, y si exceptuamos a
su estupenda pareja protagonista (y ya no sólo por su química), con que cuenta
la cinta tampoco la lleva a sobresalir sobremanera. Y, aun así, ¡funciona!
Roberts y Scott
rezuman carisma y buenas intenciones; además, sus personajes se complementan a
la perfección. Aunque también es cierto que el personaje de Hilary recuerda
(quizás demasiado) al de Vivian, la protagonista de Pretty Woman (incluso a la mejor amiga de ésta, la deslenguada
interpretada por Laura San Giacomo). Ambas son jóvenes de clase humilde que
tratan de encontrar su lugar (cosas del amor) en un mundo (y/o estilo de vida)
que les es ajeno. Aun así, Roberts consigue llevarse al personaje a su terreno,
realizando una más que estimable interpretación (se necesitaba a un actriz que
pudiese ir de la alegría al llanto con facilidad, y ella consigue transmitir lo
que el edulcorado guión no siempre logra). Elegir
un amor es una película romántica, con argumento manido pero estimable
trayectoria final.
Lo mejor: Su pareja protagonista
y su desenlace (y hasta aquí puedo leer).
Lo peor: Que transite, en varios
momentos, por caminos trillados.
Puntuación: 6,5/10.
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