martes, 21 de junio de 2022

Los chicos están bien

Título original: The Kids Are All Right. Año: 2010. País: Estados Unidos. Género: Comedia, Drama. Directora: Lisa Cholodenko. Guionistas: Lisa Cholodenko y Stuart Blumberg. Intérpretes: Annette Bening, Julianne Moore, Mark Ruffalo, Mia Wasikowska, Josh Hutcherson, Yaya DaCosta, Eddie Hassell, Rebecca Lawrence, Kunal Sharma, Zosia Mamet.

Los chicos están bien ha sido la sorpresa indie de la temporada; una película que, tal y como sucediese con Juno o Pequeña Miss Sunshine (Little Miss Sunshine), acumuló nominaciones (cuatro, por ejemplo, a los Oscar: película, guión original, actriz protagonista, para Bening, y actor de reparto, para Ruffalo) y premios (el Teddy a mejor película en el Festival de Berlín) compitiendo con producciones mucho más publicitadas y/o mayoritarias. Parece que su discurso tradicional (la familia unida jamás será vencida) unido a cierto tono progresista (por muy contradictorio que suene; y es que en esta Los chicos están bien la familia protagonista no es la puramente “convencional”) gustó casi por igual a público (costó unos 4 millones de dólares y recaudó casi 35 a nivel mundial) y crítica.
 
 
Lisa Cholodenko, quien ya había reconvertido a Ally Sheedy, miembro por derecho propio del brat pack, en icono lésbico, gracias a la película High Art, mezcla con acierto drama y comedia para narrarnos cómo la rutina de una pareja, Nic (Annette Benning) y Jules (Julianne Moore), y sus dos hijos, Joni (Mia Wasikowska) y Laser (Josh Hutcherson), se trastoca ante la presencia de Paul (Mark Ruffalo, en un papel que a punto estuvo de interpretar Ewan McGregor), el padre biológico de los chicos. Y sí, como pueden comprobar, el reparto es fantástico; es fantástico y están fantásticos.
 
 
Sorprende la estimulante naturalidad con que Cholodenko introduce el tema de la homosexualidad en la película. Es más, se podría decir que su largometraje exuda un mensaje de lo más conservador de no ser porque el arquetipo de familia que nos muestra está compuesto por una pareja del mismo sexo. Eso sí, también hay hueco para tocar temas un poco más “controvertidos” (¿o sería mejor decir “contro-divertidos”?), como el hecho de que los personajes de Benning y Moore se pongan a tono viendo… ¡porno gay de sexo entre hombres! Los chicos están bien es, en definitiva, una cinta de lo más agradable, bien dirigida y mejor interpretada (a destacar el carisma de Ruffalo, aunque lo justo sería indicar que, y ya sé que me repito, todo el reparto está acertadísimo). Muy recomendable.

Lo mejor: El tono de la película y la calidad de los intérpretes.

Lo peor: Los chicos están bien no deja de ser un drama familiar de enredo en clave de comedia y con una banda sonora excepcional repleta de temazos (suenan canciones de David Bowie, Vampire Weekend, Tame Impala o MGMT).

Puntuación: 7/10.

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