domingo, 22 de julio de 2018

Una maravilla con clase

Título original: Some Kind of Wonderful. Año: 1987. País: Estados Unidos. Género: Drama, Comedia, Romance. Director: Howard Deutch. Guionista: John Hughes. Intérpretes: Eric Stoltz, Mary Stuart Masterson, Lea Thompson, Craig Sheffer, John Ashton, Elias Koteas, Jane Elliot, Scott Coffey, Chynna Phillips, Molly Hagan, Maddie Corman, Candace Cameron Bure.

John Hughes tenía un don especial para crear personajes juveniles y alejarlos de los estereotipos del cine para adolescentes más convencional. Sirvan como ejemplo los protagonistas de la superlativa El club de los cinco (The Breakfast Club), los de la encantadora La chica de rosa (Pretty in Pink), también dirigida por Deutch, o los de la película que nos ocupa. 


El argumento de Una maravilla con clase se centra en el triángulo amoroso formado por Watts (Mary Stuart Masterson), una joven de fuerte carácter, su amigo Keith (Eric Stoltz), uno de los parias del instituto, y Amanda (Lea Thompson; nota rosa: Thompson y Deutch, el director, se conocieron en esta película, iniciaron una relación y acabaron casándose; nota cinematográfica: el papel de Amanda le fue ofrecido inicialmente a Molly Ringwald, actriz fetiche de Hughes, pero lo rechazó, levantando las iras de éste, quien no volvería contar con ella nunca jamás), la más popular del lugar. Esta última, además, es novia del repelente Hardy (Craig Sheffer). Y, aunque parezcan personajes arquetípicos, Hughes les da un toque personal; los hace más accesibles (e identificables para el espectador) y dota de un encanto especial (cosa a la que también ayuda su más correcto grupo de intérpretes). Quizá se hubiera necesitado a alguien más carismático que Stoltz (cuyo personaje fue escrito con él en mente) para dar vida al antihéroe de la función, pero el actor realiza un buen trabajo, y eso, al fin y al cabo, es lo más importante. Y bueno, ahí está Mary Stuart Masterson para encandilarnos a todos con su rol, el mejor de la película (sin lugar a dudas) y el que más simpatías despierta entre el personal.


Una maravilla con clase es una película para adolescentes por encima de la media. Ni su muy convencional apartado técnico, sencillo (casi simple; casi anodino) trabajo de dirección (Deutch nunca ha destacado por su versatilidad tras las cámaras) o previsible desenlace (no podía ser de otra forma, ¿no?) enturbian el resultado final de una cinta con chispa que, eso sí, no alcanza las cotas de calidad de otros trabajos de su muy querido guionista.

Lo mejor: Watts, el personaje de Mary Stuart Masterson, actriz a la que hemos podido ver en películas como Tomates verdes fritos (Fried Green Tomatoes) o Benny & Joon (aka El amor de los inocentes).

Lo peor: Lo poco que me convence el devenir de la pobre Amanda. ¡El personaje se merecía algo más! También que estemos ante una de esas películas que hay que ver a una edad (y/o una etapa de nuestras vidas) muy concreta. De no ser así se pierde buena parte de su magia.

Puntuación: 5,5/10.

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