Título original: I Still Know What You Did Last
Summer. Año: 1999. País: Estados Unidos.
Género: Terror. Director: Danny Cannon. Guionistas: Stephen Gaghan y Trey
Callaway. Intérpretes: Jennifer Love Hewitt, Freddie Prinze Jr.,
Brandy Norwood, Mekhi Phifer, Muse Watson, Matthew Settle, Jennifer Esposito,
Jack Black, Bill Cobbs, John Hawkes, Jeffrey Combs.
Ridícula secuela
que dinamita las virtudes (sí, las tenía) de la película
original. Su trama, además, es tan sencilla como grotesca: contamos de nuevo
con la sufrida Julie (Jennifer Love Hewitt), acompañada aquí de un grupúsculo
de insufribles jovenzuelos, atrapados en una isla paradisíaca y con un maníaco
que sólo busca venganza.
Pero lo más triste
del asunto es que, pasados unos pocos minutos, servidor lo único que quería es
que el asesino hiciese su trabajo, liquidando a los imberbes protagonistas y
dando con ello por finalizada la película. Además de la ya nombrada Jennifer
Love Hewitt, también repite Freddie Prinze Jr. Lástima que el casting, y
sustituyendo a los mucho más carismáticos Sarah Michelle Gellar y Ryan
Phillippe (actores, ambos dos, que participaron en la cinta original), se
complete con intérpretes como Jennifer Esposito (Crash),
Matthew Settle (Gossip Girl), Mekhi
Phifer, visto en las últimas temporadas de la teleserie Urgencias (ER), o la cantante y actriz Brandy Norwood (famosa por
estos lares gracias a Mohesa, sitcom
que protagonizó de 1996 a 2001). Atención a la participación de Jeffrey Combs,
inolvidable protagonista de la cinta de terror Re-Animator. Y sí, el humorista Jack Black también se deja caer por
este desaguisado, aunque ni él mismo sabe muy bien qué pinta en él.
Aún sé lo que hicisteis el último verano es un auténtico desastre; y no sólo por la falta de carisma y la antipatía que desprenden sus personajes (sobre todo los protagonistas), sino también por las horrendas interpretaciones (la de Brandy resulta especialmente dolorosa, mientras que Jennifer Love Hewitt se dedica a lo que mejor sabe hacer, gritar y correr de un lado para otro), sino también por lo tonto de su guión (y por ende sus diálogos) y porque no saca provecho de su escenario principal (es decir, de la isla en la que desarrolla el grueso de la acción). Eso sí, entre lo positivo me gustaría resaltar que supera con creces a su predecesora en escenas sangrientas. Señalar también que, a pesar de las malas (¡malísimas!) críticas recibidas, la cinta recaudó unos 40 millones de dólares (sólo en Estados Unidos) contando con un presupuesto aproximado de 24.
Lo
mejor: Se nota que los guionistas tienen mucho sentido
del humor, de otra forma no se explica que los protagonistas ganen el viaje (de
sus pesadillas) contestando que Río es la capital de Brasil. No teniendo en
cuenta que desde 1960 la capital es Brasilia… (ejem).
Lo peor: Su (muy) irritante colección
de personajes y clichés. Es, para colmo de males, muy aburrida.
Puntuación: 3/10.
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