Título original: American Horror Story: Apocalypse. Año:
2018 (Temporada 8 de American Horror
Story). País: Estados Unidos. Género: Terror. Creadores: Ryan Murphy y Brad
Falchuk. Intérpretes: Sarah Paulson, Evan Peters, Kathy Bates, Adina
Porter, Billie Lourd, Leslie Grossman, Cody Fern, Emma Roberts, Frances Conroy,
Taissa Farmiga, Cheyenne Jackson, Joan Collins, Billy Eichner, Billy Porter, Jeffrey
Bowyer-Chapman, Kyle Allen, Ash Santos, Gabourey Sidibe, Lily Rabe, BD Wong, Jessica
Lange, Dylan McDermott, Connie Britton, Angela Bassett.
American Horror Story se volvía
a poner en boca de todos tras anunciar que su octava entrega sería un crossover de su primera (Murder House) y tercera (Coven) temporada. Twitter ardería, como también lo haría (a pesar de que los primeros
datos de audiencia no fuesen como para tirar cohetes; el primer capítulo perdía,
con respecto al primer dato del año anterior, casi un millón de espectadores)
tras el estreno de cada uno (aquí
mi crítica del primero de ellos) de los diez capítulos (menos que en temporadas
anteriores, lo cual, y teniendo en cuenta cómo en otras ocasiones la trama se
alargaba sin demasiado sentido, se agradece enormemente) que componen Apocalypse. ¿Acaso hay algo más jugoso
que reencontrarse con viejos personajes (que no falte el factor nostalgia, tan
en boga últimamente) y que éstos (tanto si ya habían coincido en pantalla como
si no lo había hecho nunca) interactúen entre sí? Mi (más que evidente)
respuesta: no. Menos aún si la historia acompaña y no funciona como mera excusa
para atraer al público que se ha ido quedando por el camino (recordemos que
estamos ante la octava temporada de la popular serie).
Brujas, brujos,
espíritus y hasta el hijo del mismísimo Satán. Todos ellos, y muchos otros
personajes, pueblan esta última (de momento, ya hay confirmadas más) temporada.
Eso sí, American Horror Story: Apocalypse
juega al despiste (como tan habilidosamente ha hecho otras veces; a Roanoke,
sin ir más lejos, me remito). American
Horror Story: Apocalypse no es una serie post-apocalíptica, por mucho que
así nos lo indique su sinopsis (la cual, ya de primeras no nos facilitaba
muchos datos; algo habitual en la serie antológica que nos ocupa). Dicho esto,
señalar que los primeros capítulos (y tratando de desvelar lo mínimo posible) nos
presentan a unos pocos “afortunados” que han sido seleccionados para salvarse
de lo que parece el fin del mundo para, posteriormente (lo hace al final del
tercer capítulo; ¡en una de esas escenas que casi apetece aplaudir!), traer de
vuelta al aquelarre capitaneado por Cordelia (una Sarah Paulson imprescindible
y que aquí realiza triplete interpretativo; una especie de “más difícil todavía”
que repiten otros actores, como el recurrente Evan Peters; ello hace que American Horror Story: Apocalypse resulte
a veces un tanto confusa y/o difícil de seguir; nada demasiado grave, eso sí).
Aquelarre señalado como prácticamente única tabla de salvación para una
humanidad (y demás) terriblemente diezmada. Y sí, los personajes de Murder House, la temporada que lo inició
todo, tienen mucho que decir en esta historia. Sobre todo uno de ellos…
Atención a cierto personaje (cuya identidad no voy a desvelar) y cuyo poder reside
en adivinar qué productos llevan gluten y en contar las calorías de estos (sic).
Reconozco que las últimas
temporadas de esta antología no me han entusiasmado tanto como las primeras.
Las más recientes se han ido debatiendo entre lo interesante (Roanoke) y lo correcto (Cult);
entre lo digerible (Freak
Show) y lo olvidable (Hotel).
Sin embargo, sigo siendo fiel a ella (como a casi todo lo que nos llega firmado
por Ryan Murphy, las cosas como son). Es por ello que me acerqué a esta Apocalypse con cautela (como he venido
haciendo durante los últimos años). Con cautela pero, a la vez, con cierto hype (alimentado tras el anuncio de que
sería, como he señalado al principio, un crossover).
American Horror Story: Apocalypse no
es perfecta, ni siquiera se acerca a la calidad de mi temporada favorita (Asylum), pero cumple más que de sobras
con su cometido. Del extenso reparto destacaría (además de la recuperación de
rostros clave) la presencia protagonista de Cody Fern, a quien ya habíamos
visto dando la réplica a Darren Criss en American
Crime Story: El asesinato de Gianni Versace (American Crime Story: The Assassination
of Gianni Versace), y del apartado técnico una fotografía en la que predominan
los colores tierra y/o anaranjados. ¿Y qué decir de su trama? Pues, por ejemplo,
que me desconcierta su inicio, me interesa (muy mucho) su nudo argumental y
hasta le perdono que se desinfle durante sus últimos tres capítulos.
Lo mejor: Reencontrarse con actores
como la mitiquísima Jessica Lange (quien, a diferencia de lo que se rumoreó en
un primer momento, participa en dos episodios), alma máter y reina indiscutible
de las primeras entregas, y con viejos personajes (y, sobre todo, que se redima
a algunos de ellos, injustamente “vejados” en sus respectivas temporadas o en
otras; ¿alguien dijo Hotel?). Atención,
además, a la participación de la icónica Joan Collins o de una siempre acertada
Frances Conroy. Pero, lo mejor es, y muy por encima de todo, que estamos ante
la temporada que más he disfrutado desde la ya lejana Coven.
Lo peor: El tono (excesivamente
paródico y hasta grotesco) empleado en el capítulo ocho y en parte del nueve (y
hasta aquí puedo leer) o que no todas las piezas encajen tan bien como me hubiese
gustado. También el no entender la fascinación que Murphy siente hacia Billie
Lourd. Vale, en Scream
Queens tenía un pase (y algo más), pero en American Horror Story (tanto en esta Apocalypse como en la anterior, Cult) me parece una sosaina de cuidado.
Puntuación: 7/10.
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