martes, 29 de junio de 2021

Cabeza borradora

Título original: Eraserhead. Año: 1977. País: Estados Unidos. Género: Intriga, Terror. Director: David Lynch. Guionista: David Lynch. Intérpretes: Jack Nance, Charlotte Stewart, Allen Joseph, Jeanne Bates, Judith Anna Roberts, Darwin Joston, T. Max Graham.

Reconozco que me fascina el cine extravagante y que siento especial debilidad por cineastas como David Lynch. Por eso era sólo cuestión de tiempo que cayese en mis manos Cabeza borradora, su primer largometraje. Recuerdo perfectamente la primera vez que intenté verla: terminé apagando la tele al poco tiempo. No hubo mucha más suerte la segunda vez. A la tercera fue la vencida (¡ojo!, no sería la primera vez que no puedo terminar una cinta. Ahí están, por ejemplo, Saló o Pink Flamingos). Mi conclusión: jamás (repito, jamás) se me ocurriría recomendar Cabeza borradora. No es que considere que sea un mal trabajo; no tiene nada que ver con eso; simplemente creo que no es una película para todos los paladares (¡oh, sorpresa!). Además, para adentrarse en el particular mundo de Lynch podemos optar por largometrajes superlativos como Carretera perdida (Lost Highway), Mulholland Drive o la mitiquérrima serie Twin Peaks.


Jack Nance (a quien posteriormente volveríamos a ver en distintos trabajos de Lynch) es el protagonista e interpreta a Henry, un joven apocado (¿y algo alienado?) que acaba de conocer que va a ser padre. El nacimiento, de manera prematura, de la criatura (sic) desencadena en él toda una serie de paranoias y miedos. Así se podría resumir la particular cinta que nos trae hasta aquí.


Lynch nos ofrece una película de lo más pesadillesca; una película en la que aglutina muchas de sus obsesiones (como seguirían dando buena cuenta la inmensa mayoría de sus trabajos posteriores); una película tan grotesca como asfixiante, gracias a su claustrofóbica e inquietante atmósfera, a su sucia fotografía (que le da un aspecto avejentado y terrorífico) o a su escalofriante escasez de diálogos (en ocasiones parece que estemos ante una película muda). Atención especial merece la siniestra presencia del hijo del protagonista, un ser desagradable (atención a cuando intentan alimentarlo) cuya imagen se queda grabada a fuego en nuestra mente, o las igualmente perturbadoras secuencias oníricas. Cabeza borradora es una película repulsiva y fascinante; difícil de ver e imposible de olvidar.

Lo mejor: Lo perturbadora que es.

Lo peor: Es un trabajo muy poco accesible dentro de la, generalmente poco accesible, filmografía de Lynch. ¡Ahí es nada!

Puntuación: 6/10.

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