Título original: Cut. Año: 2000. País: Australia. Género: Terror. Director: Kimble Rendall. Guionista: Dave Warner. Intérpretes: Molly Ringwald, Jessica Napier, Simon Bossell, Kylie Minogue, Erika Walters, Stephen Curry, Sarah Kants.
¿Cómo no emocionarse
ante una cinta de terror (¡un slasher, encima!) cuya trama
gira alrededor del rodaje de una película maldita y que tiene en su
reparto a Kylie Minogue (continuando con su filmografía selecta;
filmografía que incluye títulos como la versión cinematográfica
del mitiquìsimo Street Fighter) y Molly Ringwald, la
inolvidable protagonista de El
club de los cinco (The Breakfast Club), La
chica de rosa (Pretty in Pink) y Dieciséis velas
(Sixteen Candles)?
Pues no se emocionen como hizo servidor,
ya que este desaguisado sin pies ni cabeza sólo puede ser disfrutado
de dos maneras: en estado de embriaguez (y no, no voy a dar más
malas ideas) o rodeado de amigos y riéndose de todos y cada uno de
los tópicos (e imágenes chuscas; no, Corten no brilla por su
prodigioso acabado; ni por sus memorables interpretaciones; ni por su
trepidante montaje) que salpican la pantalla. Bueno, ni aun así. No
funcionan ni sus cuatro guiños/referencias al género. Porque sí,
la película es mala; muy mala; un tostón que no da ni para realizar
una mala crítica decente.
Lo mejor: Sale
Molly Ringwald (por decir algo).
Lo peor: Es un
bodrio mayúsculo. Punto.
Puntuación:
1,5/10.
No hay comentarios:
Publicar un comentario