Título original: Jûsan-nin no
shikaku. Año: 2010. País: Japón. Género: Drama, Acción. Director:
Takashi Miike. Guionista: Daisuke
Tengan (adaptando una historia de Kaneo Ikegami). Intérpretes: Kôji Yakusho, Takayuki Yamada,
Yûsuke Iseya, Gorô Inagaki, Masachika Ichimura, Mikijiro Hira, Hiroki
Matsukata, Ikki Sawamura, Arata Furuta, Tsuyoshi Ihara, Masataka Kubota, Sôsuke
Takaoka, Seiji Rokkaku.
Uno de los
directores japoneses más populares y controvertidos, Takashi Miike, dirige este
remake de una película estrenada hace ya casi 50 años. Su historia versa acerca
de cómo trece samuráis (los asesinos a los que alude el título) se enfrentan al
ejército de Naritsugu (Gorô Inagaki), un ser sádico que se sirve de su posición
privilegiada para cometer todo tipo de tropelías.
Aunque la película está ambientada en el Japón feudal (lo que podría/debería
haber dado mucho juego), echo en falta un poco más de chicha en la historia
(algunos personajes están muy poco desarrollados). La acción, eso sí, es constante
a lo largo de toda la cinta (Miike es un expertos en esas lides). Basta señalar
que la hora final (la película dura dos) se centra en la gran batalla (atención
a las magníficas escenas de lucha) que mantienen nuestros protagonistas con
Naritsugu y los suyos. Tal vez no estemos ante el mejor trabajo de Miike, pero
sí ante uno la mar de eficaz.
Lo mejor: Miike, un director que
no deja indiferente y que siempre tiene algo que decir.
Lo peor: El guión hubiera
necesitado alguna pequeña reescritura. Sobre todo en lo referente al tema de
los personajes.
Puntuación: 6/10.
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