domingo, 18 de julio de 2021

¡Shazam!

Título original: Shazam! Año: 2019. País: Estados Unidos. Género: Acción, Fantasía, Comedia. Director: David F. Sandberg. Guionistas: Henry Gayden, y Darren Lemke (adaptando las historias de los personajes creador por C.C. Beck y Bill Parker). Intérpretes: Zachary Levi, Asher Angel, Jack Dylan Grazer, Mark Strong, Djimon Hounsou, Adam Brody, Meagan Good, Grace Fulton, Ross Butler.

Esta ¡Shazam! no parece (aunque lo haga) pertenecer al mismo universo cinematografico que el resto de cintas que componen el DCU. Vamos, es que no me imagino a nuestro protagonista interactuando con Superman (sic) y compañía. Además, el contrapunto semi-cómico en La liga de la justicia (Justice League) ya lo pone, más o menos, Flash.
 
 
Y es que estamos, reduciendo a la mínima expresión su sinopsis, ante una suerte de versión superheróica de Big. Sí, la comedia en la que un chaval se despertaba un buen dia convertido en Tom Hanks... Pero aquí nuestro protagonista, Billy (Asher Angel), se convierte (verbigracia de la magia) en un superhéroe adulto (Zachary Levi) que ha de controlar sus nuevos poderes al mismo tiempo que lidiar con el Dr. Thaddeus Sivana (Mark Strong), un físico obsesionado con descubrir los secretos de la magia; alguien que, de pequeño, tuvo una experiencia similar a la de Billy. Thaddeus, de familia bien, arrogante y corrompido funciona como perfecto antagonista para Billy, huerfano y de buen corazón (como buen protagonista de una película para todos los públicos, hasta un tanto naíf, como la que tenemos entre manos). 
 
 
Colorida, llamativa y amena. También de trazo infantil (curioso si tenemos en cuenta que David F. Sandberg es un cineasta especilizado en el género de terror) y presa de una duración un tanto excesiva (como la práctica totalidad de cintas protagonizadas por superhéroes, por otra parte). Así es ¡Shazam!, una cinta cuyo aroma nos retrotae a aquellas cintas juveniles ochenteras (incluido el Superman de Donner, claro) que no paran de ser reivindacadas por una generación (la mía) que creció con ellas y las rememora reiteradamente con mucho cariño (casi tanto como lo hace Stranger Things; casi tanto como el que aquí muestran para con sus personajes). Eso es lo mejor que se me ocurre decir de ella; lo peor vendría a ser que, alejándose del tono general ideado por el resto de largometrajes que integran el DCU, lo único que logra es mostrarse infinitamente más inocua (para bien: recordemos que la mayoría de cintas del DCU han sido recibidas con el ceño un tanto fruncido; para mal: denota falta de personalidad/identidad; aséptico también se muestra su reparto, ya que nadie brilla tanto como ese relámpago que luce nuestro superhéroe en su pecho).

Lo mejor: Es un divertimento apto para todos los públicos; un divertimento con cierto encanto propio de otra época no tan lejana. 
 
Lo peor: Su duración (más de dos horas) y un tono familiar en las antípodas del derrochado por sus primas-hermanas. 
 
Puntuación: 5/10.

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