Título
original: Bkack Widow. Año:
2021. País: Estados Unidos. Género: Acción.
Directora: Cate Shortland. Guionista: Eric Pearson
(adaptando una historia de Jack Schaeffer y Ned Benson basada en los
cómics de Don Heck, Don Rico y Stan Lee). Intérpretes:
Scarlett Johansson, Florence Pugh, Rachel Weisz, David Harbour,
William Hurt, Ray Winstone, Olga Kurylenko, O-T Fagbenle.
Tras
varios retrasos, (inicialmente la película debió haberse estrenado
en mayo de 2020) por fin ha llegado, tanto a cines como a Disney
+ (a través de su tan polémico
coste plus), Viuda Negra,
la película destinada a hacer justicia al personaje del UCM
al que ha dado vida durante años Scarlett Johansson (sí, llega
tarde, y no sólo por el tema de la pandemia precisamente, pero mejor
tarde que nunca, ¿no?).
La
acción de Viuda Negra
tiene lugar entre dos de las películas/eventos más importantes del
UCM: Capitán
América: Civil War
(Captain America: Civil War) y Vengadores:
Infinity War
(Avengers: Infinity War). Tiene todo el sentido del mundo, más allá
de que claro, no pueda ser una continuación de la superlativa
Vengadores:
Endgame (Avengers:
Endgame) o de que, claro de nuevo, se sienta fuera de lugar ahora que
estamos a otras cosas (a una Fase 4 que ha comenzado con tres series
bien distintas en tono y en interés y que tratan de avanzar tras los
demoledores sucesos acontecidos en la ya nombrada Endgame).
Así, Viuda Negra,
aun situándose más allá de la mitad de la carrera vista de su
protagonista, funciona prácticamente como cinta de orígenes, ya que
nos narra cómo Natasha ha de hacer frente a sus fantasmas del
pasado, pero mostrándonos también a su particular familia (más
allá de la, como ella misma nos confirmaba, que tiene en la figura
de sus compañeros Vengadores). Y sí, a veces varios de ellos están
a punto de eclipsar a nuestra heroína. A destacar la presencia, en
un cambio de registro increíble pero que le sienta de maravilla (si,
estamos hablando de una de las actrices más habilidosas y
carismáticas de la última generación), de Florence Pugh
(Midsommar), a cuyo
personaje de seguro no tardaremos en volver a ver, o David Harbour,
popular gracias a Stranger
Things y de
quien ya muchos reclaman que protagonice su propia película (también
es el que provee, no siempre con fortuna, a Viuda Negra
de algunos de sus momentos más cómicos y/o ligeros). También juega
un papel vital Rachel Weisz, Oscar, en la categoría de mejor actriz
de reparto, por El jardinero fiel
(The Constant Gardener).
Viuda Negra bebe
de Capitán
América: El Soldado de Invierno
(Captain America: The Winter Soldier), una de las mejores cintas del
UCM (y no sólo lo
digo yo); Viuda Negra
bebe de las películas de James Bond,
guiño incluido; Viuda Negra
bebe de la saga Misión imposible
(Mission: Impossible). Pero ello no significa que sea una película
sin personalidad. Vale, si, Viuda Negra
es un blockbuster
que juguetea a mezclar acción e intriga (espionaje) y que cuenta
con una directora, Cate Shortland, que, admitámoslo, está al servicio de la producción y no deja aquí impronta alguna
(aun siendo su labor la mar de eficaz). ¿Podríamos haber pedido una
carta de amor más habilidosa? Pues sí, pero esta Viuda
Negra funciona en todos sus
apartados, aun sintiéndose, como decía antes, como una película
fuera de lugar (insisto: estamos en una Fase 4 que está ya a otras
cosas) y casi como un trabajo menor del UCM,
aun siendo, a mi entender, superior a la mayoría de películas
individuales que nos ha ido ofreciendo el mismo. Atención a su
escena post-créditos, emotiva y más relevante de lo que había
oído.
Lo mejor: Que por
fin se haya hecho justicia con actriz y personaje.
Lo peor: Que haya
tardado tanto en llegar y que ahora se sienta fuera de lugar. También
que pueda resultar un tanto aséptica, que no mala, en alguno de sus
apartados (su guión sufre durante el nudo y presenta villanos sin
demasiada chicha, sin ir más lejos).
Puntuación:
6,5/10.
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