Título
original: She-Hulk: Attorney at Law.
Año: 2022
(Temporada 1 de She-Hulk: Abogada
Hulka). País:
Estados Unidos. Género:
Comedia, Fantasía, Acción. Creadora:
Jessica Gao. Intérpretes: Tatiana
Maslany, Jameela Jamil, Ginger Gonzaga, Josh Segarra, Renée Elise
Goldsberry, Steve Coulter, Tim Roth, Mark Ruffalo, Benedict Wong,
Charlie Cox.
Dos
años llevamos ya de la denostada Fase 4 del UCM
(aunque debería ser UCM + UTVM)
de Marvel;
dos años con muchos altibajos; dos años en los que ha aflorado lo
peor del mundo fan fatal (pueden pasarse por la ficha que tiene esta
serie en Filmaffinity
para comprobarlo). Y no, no seré yo quien se dedique a alabar esta
curiosa, pero un tanto descafeinada, comedia (que no del todo
sitcom),
pero tampoco quien vaya a echar pestes de ella (ni muchísimo menos).
Dicha
Fase 4 se iniciaba con la serie Bruja
Escarlata y Visión
(WandaVision). Serie que, para el que esto escribe, es lo mejor que
nos han ofrecido (Feige y compañía) en estos dos años. Esta
Abogada Hulka
(sí, me encanta que hayan mantenido el nombre que tiene por estos
lares el personajes) es la última de las series estrenadas; también
la que, con permiso de Ms.
Marvel,
más a cabreado al “personal” (“personal” = ofendidos por un
personaje que se dedica a mostrar, y a señalar mirando a cámara,
comportamientos machistas y toxicidades del fandom
y que no duda en perrear, sin despeinarse, de la mano de Megan Thee
Stallion). Y es que esta Abogada
Hulka
se dirige al espectador, cual Fleabag
(dicha Fleabag,
la estupenda serie de Phoebe Waller-Bridge, y Ally
McBeal,
en cuya cuarta temporada, recordemos, participaba Robert Downey Jr.,
parecen ser las dos grandes inspiraciones de Gao para esta serie;
serie que, lo digo ya, es definitivamente inferior a ambas en todos
los aspectos). Y es que esta Abogada
Hulka,
no es ninguna maravilla (a capítulos tan planos como el sexto, el de
la boda, o tan irregularmente desarrollados, como el quinto, por
mucho que su título, Malota,
verdosa y en vaqueros una diosa,
sea maravilloso, me remito), pero tampoco ese desastre mayúsculo que
gritan muchos. Se agradece que desde Marvel
Studios
estén diversificando su producción y que esta serie se enmarque más
en el género de la comedia que en el de la acción superheróica
(aunque hay alguna que otra escena de acción, obviamente)
propiamente dicha. El problema es que su tono no termina de cuajar e
incluso se siente forzado por momentos. Desde luego no tiene el
carisma ni la notabilidad de Fleabag;
tampoco la loca chispa y gracia de Ally
McBeal.
Y es una lástima, ya que su punto de partida, y los cómics que toma
como base (la maravillosa etapa de Dan Slott, por ejemplo), daban
para ello: para una serie con locos casos judiciales superheróicos.
El
propio personaje se burla, mirándonos fijamente (la Hulka de los
cómics ya era una experta en romper la cuarta pared), del tema
cameos, pero son ellos, o por lo menos los capítulos en los que
aparecen, los que sacan a flote esta Abogada
Hulka.
Hulk (Mark Ruffalo) introduciendo, y casi sirviendo de mentor, a
nuestra protagonista; cada aparición de Wong (Benedict Wong),
personaje muy querido por los fans; la muy cacareada y esperada
inclusión de Daredevil (Charlie Cox). Bueno, vale, el capítulo de
la app de citas (el cuarto, de nueve) también está muy bien.
Estamos, recapitulando ya, ante una serie que se aleja de lo
establecido por otras del UCM;
una serie con un planteamiento curioso y que podía haber dado
muchísimo más juego; una serie que se pierde por momentos (leáse
por capítulos que aportan poco y por antagonistas y secundarios que
ídem) y que nos deja un regusto agridulce (las bases para algo guay
están ahí, pero no dan con el tono ni con el hilo conductor
adecuado). ¿Es Abogada Hulka
un desastre o una mala serie? NO. ¿Es un trabajo destacable dentro
de esta Fase 4? Tampoco, a pesar de ciertos destellos y de su
potencial. Y sí, Maslany resalta como una buena elección de
casting. Atención a su loco final de temporada.
Lo
mejor: Hace un buen retrato de las
machistadas y del fandom
más tóxico (de ahí el enfado de muchos que se ven reflejados en
aquello que a serie critica... sic). Atención a sus estupendos
créditos finales.
Lo
peor: La disparidad entre capítulos
buenos y capítulos menores. Que prácticamente la mitad de los 9
capítulos que componen esta primera temporadas sean irregulares no
dice mucho (bueno) de los guionistas. También, y no quería terminar
sin señalarlo, unos efectos especiales deficientes (a veces parece
que no estamos ante una serie, sino ante un videojuego regulero...).
Puntuación:
6/10.
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