Título
original:
Riverdale.
Año:
2021 (Temporada 5 de Riverdale).
País:
Estados Unidos. Género:
Drama, Intriga. Creador:
Roberto Aguirre-Sacasa. Intérpretes:
K.J.
Apa, Lili Reinhart, Camila Mendes, Cole Sprouse, Madelaine Petsch,
Mädchen Amick, Mark Consuelos, Casey Cott, Vanessa Morgan, Erinn
Westbrook, Charles Melton, Wyatt Nash, Skeet Ulrich, Marisol Nichols,
Molly Ringwald.
Llegué
a esta quinta temporada un tanto hastiado. Y es que, aunque considero
que Riverdale
empezó ciertamente bien (su
primera temporada me gustó mucho,
las cosas como son), la verdad es que se fue desinflando rápidamente
temporada tras temporada (no dice mucho que el mejor capítulo que
haya tenido, tras esa buena primera temporada, sea el que abría su
cuarta
entrega
y que se dedicaba a homenajear la figura del desaparecido Luke
Perry).
Es como si su formula se hubiese agotado casi desde mediados de su
segunda temporada (sí, sigo pensando que tantos capítulos por
temporada, al estilo de antaño o de todas esas series de los canales
más, llamémoslos, tradicionales, no le hace ningún bien a
Riverdale). El caso es que esta quinta entrega se presentaba
curiosa por cierta decision narrativa: la de dar un salto temporal de
siete años (hasta 2021, según una de las protagonistas...) tras la
graduación, cosa que sucede en el capítulo 3 (es decir, al poco de
empezar). La cosa es, ¿funciona? Pues la verdad es que menos de lo
que hubiese deseado: funciona para deshacerse de algunos personajes
(varios de los adultos van desapareciendo de la ecuación. Marison
Nichols y Skeet Ulrich apenas tienen presencia, Mark Consuelos sigue
dando por saco con su cansino personaje y Mädchen Amick se convierte
en la gran superviviente de la sangría veterana), pero todo se
siente forzado y poco natural (vamos, que seguimos viendo a los
mismos adolescentes disfrazados de adultos y comportándose
prácticamente como siempre).
Pero
también tiene cosas positivas. Yo me quedo, por encima de todo, con
la trama del asesino en serie. Y lo hago por macabra. Y es que por
momentos parece que estemos más ante una cinta de torture
porn,
pero sin mostrar escenas gore (sic), que ante la trama de una serie
juvenil del canal The
CW.
A medio camino queda de los personajes. Toni (Vanessa Morgan) en de
las que tiene uno de los mayores crecimientos personales (y no sólo
porque pase de ser una pandillera a directora del instituto o por su
maternidad, aunque todo suma), pero la mayoría del resto se antojan
como simples versiones superexageradas de sí mismos. Veronica
(Camila Mendes) es ya toda una tiburona; Jughead (Cole Sprouse) un
escritor en crisis; Betty (Lili Reinhart) una Nancy Drew (que trabaja
para el FBI) adulta; Archie (K.J. Apa) un fortachón un tanto
tontorron. Vamos, que los guionistas siguen más ocupados en buscar
tramas rocambolescas (anteriormente teniamos la de la secta; ahora la
de los “Hombres Polilla” o la de los supuestos poderes del
personaje de Madelaine Petsch) que en dotar de entidad o hacer crecer
a sus personajes (más allá de dar vueltas al semi-cuarteto amoroso
protagónico). Y como no saben qué hacer con sus personajes, ¿qué
deciden? Sí, crear alguno nuevo, como Tabitha (Erinn Westbrook),
interés amoroso de nuestro Jughead, o traer de vuelta
momentaneamente a algún otro, como a Josie (Ashleigh Murray).
Atención al cliffhanger
que da cierre a la temporada.
Lo mejor: La
subtrama del camionero asesino en serie.
Lo peor: Casi
todas las demás tramas. Mención especial para la de los “Hombres
Polilla” (sic) o el capítulo musical (y que sirve para dar la
despedida a un personaje de cierta relevancia). Y hasta aquí puedo
leer.
Puntuación: 5/10.
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