domingo, 18 de febrero de 2018

Black Panther

Título original: Black Panther. Año: 2018. País: Estados Unidos. Género: Acción, Ciencia-Ficción, Fantasía. Director: Ryan Coogler. Guionistas: Ryan Coogler y Joe Robert Cole (adaptando los comics de Stan Lee y Jack Kirby). Intérpretes: Chadwick Boseman, Michael B. Jordan, Lupita Nyong’o, Danai Gurira, Forest Whitaker, Angela Bassett, Sterling K. Brown, Martin Freeman, Andy Serkis, Daniel Kaluuya, Letitia Wright, Winston Duke, Denzel Whitaker, Stan Lee.

Black Panther (conocido como el primer superhéroe negro nacido a través de una gran compañía comiquera: Marvel cómics), aka T’Challa (Chadwick Boseman, a quien pronto volveremos a ver, repitiendo papel, en la nueva entrega protagonizada por los Vengadores), ya nos fue presentado en Capitán América: Civil War (Captain America: Civil War), donde, además, contaba, con un papel bastante destacable, haciéndose un hueco entre tanto veterano o superestrella emergente, como el nuevo Spider-Man, al que posteriormente veríamos en todo su esplendor gracias a Spider-Man: Homecoming. En dicha película era introducido como príncipe de la ficticia (no en el macro-universo Marvel, claro) Wakanda; también buscaba venganza tras la muerte de su padre, uniéndose a Iron Man en su lucha contra el grupo capitaneado, valga la redundancia, por el Capitán América. Black Panther lograba dejar su impronta, pero a servidor el anuncio de su propia película le dejaba un tanto indiferente.

 
He de reconocer que mi falta de interés pudo venir derivada de mi casi completo desconocimiento acerca del personaje. Apenas conocía alguna nota rosa del mismo: por ejemplo su intermitente relación con Ororo Munroe, aka Tormenta (y sí, ya se ha empezado a rumorear que, tras la compra de Fox por parte de Disney, es muy probable que dicha relación la veamos más pronto que tarde en la gran pantalla). Además, aunque su aparición en Civil War me gustó, no produjo en mí el suficiente hype como para esperar ansioso este nuevo capítulo del UCM expresamente centrado en su persona. Pero volvamos a Wakanda y profundicemos un poco más en esta cinta. La sinopsis vendría a ser más o menos la siguiente: nuestro protagonista regresa a Wakanda, una nación tan aislada como avanzada tecnológicamente, tras lo acontecido en Civil War, para ser proclamado rey, pero pronto aparecerá un viejo enemigo que podría hacer tambalear su reinado, a Wakanda y hasta al mundo entero. Dirige, por cierto, Ryan Coogler, quien hace tres años llamó la atención del personal gracias a Creed. La leyenda de Rocky (Creed), la sorprendentemente interesante (y exitosa) séptima entrega en la vida del boxeador popularizado por Sylvester Stallone y en la que éste cedía la batuta protagonista (reservándose el papel de mentor por el que fue nominado al Oscar) al que parecer ser el gran actor fetiche de Coogler: Michael B. Jordan, actor que aparece tanto en este trabajo (me refiero a Black Panther) como en otro protagonizado por personajes Marvel, porque recordemos que dio vida a la Antorcha Humana en la denostada (y hasta el momento última) adaptación de las aventuras de los Cuatro Fantásticos perpetrada por Josh Trank.


Black Panther (la película) supone un gran paso adelante, ya no tanto para el muy establecido UCM (aunque el que se aleje del tono jocoso de otras de sus producciones más recientes, y criticadas por ello por parte del fandom, como por ejemplo Thor: Ragnarok, volverá a dar esperanza a algunos desencantados con los últimos movimientos llevados a cabo por la compañía), como por el hecho de ser una cinta protagonizada, casi en su totalidad, por afroamericanos, con un superhéroe negro como cabeza de cartel y con un plantel femenino capaz de llevar buena parte del peso de la misma (y pelear como pocos; y no tener que conformarse con ser la chica florero o el típico interés amoroso del personajes masculino relevante de turno). Ya sólo por eso estamos ante una película que vale la pena, pero es que, además, nos ofrece una historia bien calculada, una trama que, a pesar de narrar la típica historia de buenos contra malos, va un poco más allá y goza de un buen plantel de actores entregados; a destacar la cantidad de secundarios de relumbre con que cuenta el largometraje: Lupita Nyong’o, Oscar, en la categoría de mejor actriz de reparto, por 12 años de esclavitud (12 Years a Slave), como Nakia, miembro de las Dora Milaje, es decir, de la guardia personal del rey de Wakanda; Letitia Wright, vista en varias series inglesas como Banana, Cucumber, Doctor Who o Black Mirror, como Shuri, la luchadora hermana de T’Challa; Forest Whitaker, actor que ha trabajado a las órdenes descrito por el director como una especie de Obi-Wan Kenobi; Angela Bassett, comprometida, al menos últimamente, con la exitosa American Horror Story, como la madre de T’Challa y Shuri; o Sterling K. Brown, marido en la vida real de Bassett y visto recientemente en American Crime Story: The People v. O.J. Simpson, por la que se hizo con el Globo de Oro, como N’Jobu, personaje creado expresamente para la película y con mucha relevancia en el pasado de nuestro protagonista. Y sí, los efectos especiales, creación de Industrial Light & Magic (fundada por George Lucas), sólo pueden ser catalogados de sobresalientes. Vale, es cierto que la excepcional recepción crítica que ha recibido en Estados Unidos peca de exagerada; no es menos cierto que la tibieza con que ha sido tratada por aquí (ok, yo también me uno a aquellos que critican cómo el director afronta las caóticas escenas de acción) también puede ser catalogada de injusta. Black Panther no inventa nada; en todo caso reinventa un (sub)género, el de los superhéroes cinematográficos, cambiando (¡ya era hora!) los estereotipos y jugando con ellos. En una época de plena diversidad en el mundo de los cómics Marvel (tenemos a una Thor fémina y con cáncer, a una Ms. Marvel musulmana, a un Hombre de Hielo que ha salido, no sin cierta polémica, del armario o a una Spider-Woman que compagina su reciente maternidad con su “trabajo” como heroína) era necesario que ésta se fuese trasladando a la gran pantalla. Al UCM le ha costado aclimatarse (que haya tardado tanto en anunciar la película en solitario de la Viuda Negra, el personaje al que encarna Scarlett Johansson, lo dice todo; y eso que de seguro tuvo mucho que ver en semejante decisión el éxito cosechado por la reciente Wonder Woman), pero lo ha hecho, y eso es lo importante. Black Panther es una película necesaria; sus valores cinematográficos son relevantes, pero no la mitad de lo relevante que se presenta su figura en estos (siempre convulsos) momentos.

Lo mejor: Lo que nos ofrece, cinematográficamente hablando (a destacar unos efectos especiales que son de primer nivel), pero también (o sobre todo) extra-cinematográficamente. Es puro espectáculo y, además, una película comprometida e importante/relevante para la comunidad negra.

Lo peor: Mi falta de hype.

Puntuación: 6/10.

No hay comentarios:

Publicar un comentario