Título
original: Cuatro lunas. Año:
2013. País: México. Género:
Drama. Director:
Sergio Tovar Velarde. Guionista: Sergio
Tovar Velarde. Intérpretes:
César Ramos, Alonso Echánove, Alejandro de la Madrid, Antonio
Velázquez, Gabriel Santoyo, Gustavo Egelhaaf, Alejandro Belmonte,
Marta Aura, Juan Manuel Bernal, Karina Gidi, Mónica Dionne,
Alejandra Ley, Sebastián Rivera, Marisol Centeno, Laura de Ita,
Astrid Hadad, Luis Arrieta, José Ángel Bichir, Jorge Luis Moreno,
Hector Arredondo, Ricardo Polanco.
Cuatro
lunas nos narra cuatro historias (luna
nueva, cuarto creciente, luna llena y cuarto menguante; la Cuatro
lunas del título, claro): la de un
niño (Gabriel Santoyo) que se siente atraído por su primo
(Sebastián Rivera); la de dos universitarios (César Ramos y Gustavo
Egelhaaf) que inician una complicada relación (uno de ellos se niega
a aceptar su homosexualidad); la de una pareja (Alejandro de la
Madrid y Antonio Velázquez) cuya relación puede romperse al
interesarse uno de ellos por una tercera persona; la de un hombre
mayor (Alonso Echánove) que ansía recaudar el dinero suficiente
para quedar con un chapero (Alejandro Belmonte) que le trae de
cabeza.
Cuatro
lunas nos ofrece una mirada hacia el
mundo de las relaciones y los sentimientos (homosexuales, en este
caso, aunque el mensaje y las historias que se nos narran son, en
gran medida, universales) y, por ende, hacia el autodescubrimiento y
la aceptación. Y lo hace desde puntos de vistas bien distintos:
desde el despertar sexual, el de un niño atraído por alguien de su
mismo sexo, hasta el de la pasión (aka
el deseo) que siente un hombre ya mayor, casado y con hijos, por el
prostituto de una sauna, pasando por los dilemas que despierta una
primera relación seria (y que se sale de la norma), la que se
establece entre los dos universitarios, o por la problemática a la
que se enfrenta una pareja aparentemente asentada pero con distintos
intereses (sic) y/o visiones de vida a futuro.
Resulta imposible no
sentirse identificado o empatizar con alguna de las vivencias que nos
muestra Cuatro lunas (con la del acoso escolar que sufre el
niño de la primera historia, sin ir más lejos, me identifiqué yo),
siendo ello uno de los grandes aciertos de la película. También la
diversidad mostrada por cuatro historias bien distintas (y no sólo
por la edad de los que son sus protagonistas, sino porque cada una de
ellas representa una suerte de avance, que no un paso adelante) o la
correcta interpretación del conjunto (a destacar la presencia del
español Antonio Velázquez). En el otro lado de la balanza bien
podría poner el distinto grado de interés mostrado (por mucho que
todas tengan algo a lo que podamos agarrarnos) por los cuatro
capítulos. Y es que Cuatro lunas es, a pesar de sus
defectillos (no pone toda la carne en el asador y algunas
resoluciones se presentan un tanto forzadas) una muy interesante (y
válida) propuesta.
Lo mejor: Su tono empático (a pesar de todo y de algún personaje con el que resulta casi imposible hacerlo) y su mensaje de aceptación ( y de autoaceptación, que es igual o más importante) y empoderamiento.
Lo peor: No todas las historias cuentan con el mismo grado de interés (dejándonos, o al menos al que esto escribe, cierta sensación de frialdad que no conjuga bien con lo que de seguro pretende esta Cuatro lunas) e incluso algunos de los personajes se nos muestran un tanto unidimensionales.
Puntuación: 6,5/10.
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